miércoles, 5 de agosto de 2009

CRÍTICA DE UN ARTÍCULO APAREDCIDO EN GLOBLEDÍA

Un artículo aparecido en esta web, desde mi punto de vista sustancialmente erróneo me ha movido a escribir este artículo, hay que tenerlo en mente para comprender la crítica que a continuación vierto sobre los sistemas y gobiernos de izquierda.
Yo creo que como decia Stuart Mil, por desgracia el sentido común es el menos común de los sentidos. Las hipotecas suprime que surgieron en tiempos de Clinton, de tendencia menos liberal que Bush, fueron las que promovieron el alza desmesurada del precio de la vivienda que degeneró en un caos financiero que dió al traste con el boom inmobiliario de Estados Unidos. Así que el boom inmobiliario no se gestó en España, ni la política de Aznar lo favoreció, la política de liberar el suelo, en todo caso tiene como consecuencia su abaratamiento, sobre todo en las ciudades grandes, que es donde más fuerte es la demanda de suelo.
Por otra parte no sólo se ha destruido empleo en la construcción, también ha sufrido bastante el sector turístico y el de automoción que en términos del PIB representa tanto como el sector de la construcción.
El problema del paro tiene como causa las peculiaridades de la economía española, que en el 2005 se hallaba en términos de productividad por trabajador al nivel de Suecia en el año 1973.
Esa falta de productividad, unida a un sector industrial poco desarrollado, hace que se cree y destruya rápidamente empleo, máxime cuando la economía española se basa en la utilización de una mano de obra ingente.
El capitalismo no es el padre de todos los males, no hay sino que volver los ojos hacia las economías del Este de Europa para darse cuenta que el comunismo con su excesiva intervención en el Estado llevaró a la paralización del comercio. Sus frutos han sido una sociedad devastada económicamente que no se ha recuperado todavía de las lacras de la economía tutelada por el Estado.
Un claro ejemplo de ello es la Alemania del Este, que a pesar de 20 años de transfusiones pecuniarias por parte de Alemania Occidental, tiene un nivel de vida que está por debajo del español.
Por cierto que los males de la economía provienen del hecho de que las cargas sociales de los obreros son demasiadas onerosas para las empresas o acaso ¿no es de locos observar como un autónomo carece de paro mientra que quienes trabajan para él si tienen derecho a esta prestación? En estas circunstancias nadie se atreve a ser empresario, máxime cuando las cargas sociales de los empleados suponen representan de un tercio a un cuarto del sueldo total del trabajador.
Cuando estas cargas sociales no son tan onerosas, los países en vía de desarrollo crecen a un ritmo vertiginoso como China, o en caso de los desarrollados, como por ejemplo Estados Unidos, donde las cargas sociales que soportan los empresarios son casi inexistentes, la renta per cápita es en 1/4 superior a la europea.
Si en Inglaterra no hubieran acumulado dinero los primeros capitalistas en las postrimerías del siglo XVIII, estaríamos todavía en un mundo oscuro, más injusto que el de ahora y los ordenadores ni las Web existirían todavía. ¿Gracias libre-mercado!.

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